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viernes, 17 de septiembre de 2010

CONVIENE SER POBRE EN CHILE...

En la alharaca por el aumento de la pobreza en Chile de 13% a 15%, la clase política de todos los colores se han alineado en sus respectivas trincheras ideológicas para dispararse sus proyectiles destinados a confundir a la opinión pública, justificar sus acciones y luchar por quedar mejor parado post resultados.¡ Y que resultados !.

Pareciera ser que en vez de avanzar, retrocedemos...En estos 20 años de gobiernos de izquierda se ha atrofiado la musculatura económica a un nivel tal que es más rentable ser pobre por la cantidad de regalías y bonos que se están entregando. ¿No es más cómodo ser pobre para recibir regalías que despertar temprano y romperse el lomo para ganar unos pesos más?...¡ En Chile conviene ser pobre...y aún así algunos se extrañan que aumente la pobreza !

La izquierda piensa que con más intervencionismo y "protección social" harán aumentar la riqueza. Alguien escribió una vez que “la experiencia nos debería enseñar a ponernos en guardia para proteger la libertad cuando la intervención del gobierno y sus burócratas, parecen ser beneficiosas. Los seres humanos, nacidos para la libertad, deben estar alertas para repeler la agresión a esa libertad por parte de dichos funcionarios. Los mayores peligros para la libertad se esconden en la insidiosa usurpación que llevan a cabo personas bienintencionadas, celosos en extremo, pero de escasas luces”.

El aumento de la pobreza es una época de desafíos y promesas para los espíritus libres y los verdaderos capitalistas. Un verdadero capitalista no desea regalías ni ayudas por parte del Estado, sino que desea que intervenga cada vez menos, por lo que están dispuestos a asumir los riesgos y las pérdidas.

¿Quiénes están siempre detrás de las solicitudes de intervención del Estado?. Por supuesto que son los mismos de siempre: conservadores de izquierda y derecha, adeptos a un “Estado vigoroso” que acune a los ociosos y los financie con bonos y regalías para que trabajen menos.

Los socialismos de izquierda y derecha, en todas sus variantes, procrean un pueblo dócil, servil, flojo y resentido, siempre atentos a hacer la cola para que le condonen las deudas habitacionales, pedir subsidios por cualquier cosa, limosnear una moneda antes que trabajar, etc. Y, por supuesto, procrean un empresariado de poca musculatura económica siempre atentos para recibir los dispendios de palacio y financiar las campañas de los santones de turno.

Así, los que desean un incremento de la intervención estatal son los “hombres nuevos y buenos” que viven preocupados del “bienestar social”, la “justicia social”, el “salario ético”, etc., y que jamás han generado empleo y riqueza. Pero, si se han aprovechado del dinero de los contribuyentes para financiar sus iniciativas “redistributivas”.

La combinación de libertad política con libertad económica ha dado lugar a una prosperidad impensada en los países que la han podido implementar. Y el capitalismo no se sana con menos capitalismo, sino con más capitalismo.

En Bienestar para Todos, Ludwig Erhard planteaba en 1948, post segunda guerra, "que consideraba desacertado permitir que cobrasen nueva vida las tradicionales ideas de la antigua distribución de la renta...ser capaz de llevar a la prosperidad a capas de nuestro pueblo cada vez más numerosas y amplias...superando definitivamente la vieja estructura social de tipo conservador...". Mientras tanto en Chile, los conservadores mantienen el discurso de la lucha por una nueva distribución de la renta en vez de generar nuevos espacios para generar riqueza.

Recuerden: capitalismo es más riqueza, siempre.

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