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jueves, 16 de enero de 2014

Política. LOS NEOSOCIALISTAS Y LA DULZONA MELODÍA DEL FLAUTISTA DE HAMELÍN.

Para poder implantar la melodía socialista se debe eliminar lo mejor de las sociedades: la capacidad de iniciativa individual y la racionalidad. Y sin ambas, no nos queda más que estancarnos o desaparecer, ¿podremos contraatacar a los flautistas socialistas?.
Los socialistas caminan, en la actualidad, como verdaderos pavos reales; marchan, orgullosos como si fueran los elegidos por la historia para conducir a la especie humana hacia la Ciudad de la Felicidad, al son de una dulzona melodía. Por eso, antes de continuar, conviene recordar el cuento del flautista de Hamelín, adaptado.

EL CUENTO DEL FLAUTISTA DE HAMELÍN ADAPTADO…

Cuenta la leyenda que hace mucho, muchísimo tiempo, en una próspera ciudad, sucedió algo muy extraño. Los políticos del Consejo de la Ciudad comenzaron a cuestionarse el, para ellos, extraño comportamiento de ciertas familias cuyos integrantes eran muy trabajadores y lo hacían de sol a sombra con el fin de aumentar su riqueza y posesiones; ansiaban la independencia y les molestaban las interferencias a su labor.

Los políticos observaban como estas familias y sus integrantes se hacían cada vez más importantes y relevantes en el acontecer de la ciudad porque ellos financiaban las calles que debían ser pavimentadas, las plazas que debían ser construidas, los hospitales que debían ser ampliados, los colegios que debían ser modernizados.

Y los políticos se cuestionaban: “¿Y para que estamos nosotros, entonces, si estos ricachones toman decisiones sin consultarnos?”. Otros decían: “¿Qué podría pasar si la gente se percata que los ricachones son los que verdaderamente toman las decisiones más relevantes?”. La respuesta fue unánime: “Si la gente se da cuenta que nosotros somos inútiles, no nos volverán a elegir y los elegirán a ellos…¡Debemos hacer algo!”.

Ante tal escenario, los políticos de la ciudad, que veían peligrar su poder y tranquilidad por el comportamiento de los ricachones, convocaron a un secreto Consejo de la Ciudad y dijeron: "Daremos dos mil millones de pesos a quien nos libre de esta infausta gente".

Al poco se presentó ante ellos un flautista sonriente, alto y muy delgado, a quien nadie había visto antes, y les dijo: "La recompensa será mía. Esta noche no quedará ni un solo ricachón en vuestra ciudad".

Y, al llegar la noche, comenzó a pasear por las calles y, mientras paseaba, tocaba con su flauta una maravillosa melodía que encantaba a las personas ricas, quienes saliendo de sus casas y propiedades seguían embelesados los pasos del flautista que tocaba incansable su flauta. Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto que desde allí ni siquiera se veían los altos edificios de la ciudad. Y se perdieron en la lejanía…para siempre.

Los políticos de la ciudad, al verse al fin, libres de las personas más ricas, respiraron aliviados. Ya tranquilos y satisfechos, volvieron a sus oficinas para organizar la nueva redistribución de la riqueza que quedó disponible, y tan contentos estaban que organizaron una gran fiesta para celebrar el feliz desenlace, comiendo excelentes viandas y bailando hasta muy entrada la noche.

A la mañana siguiente, el flautista se presentó ante el Consejo de la Ciudad y reclamó los dos mil millones de pesos prometidos como recompensa. Pero éstos, liberados ya de su problema y cegados por su avaricia, le contestaron: "¡Vete de nuestra ciudad!, ¿o acaso crees que te pagaremos tanto por tan poca cosa como tocar la flauta?". Y dicho esto, los orondos políticos del Consejo de la Ciudad le volvieron la espalda profiriendo grandes carcajadas.

Furioso por la avaricia y la ingratitud de dichos ciudadanos, el flautista, al igual que hiciera el día anterior, tocó una dulcísima melodía una y otra vez, insistentemente. Pero, esta vez, no eran las personas más ricas quiénes le seguían, si no las personas más inteligentes de la ciudad quienes, arrebatados por aquel sonido maravilloso, iban tras los pasos de la extraña música. Cogidos de la mano y sonrientes, formaban una gran hilera, sorda a los ruegos y gritos de sus amigos y parientes que en vano, entre sollozos de desesperación, intentaban impedir que siguieran al flautista.

Nada lograron y el flautista se los llevó lejos, muy lejos, tan lejos que nadie supo adónde, y los más inteligentes, al igual que los más ricos, nunca jamás volvieron.

En la ciudad sólo quedaron los políticos, sus mediocres habitantes, sus repletas bodegas y bien provistas despensas, protegidas por sus sólidas murallas. Pero, poco a poco, las bodegas se vaciaron, las despensas se terminaron, y las murallas se corrompieron. Para escapar del hambre y de la peste, todo el mundo emigró a lugares más prósperos y un inmenso manto de silencio y tristeza cayó sobre la otrora importante ciudad.

Y esto fue lo que sucedió hace muchos, muchos años, en esta desierta y vacía ciudad, donde, por más que busquéis, nunca encontraréis ni un rico ni un inteligente…

LOS NEOSOCIALISTAS SON LOS ETERNOS FLAUTISTAS DE HAMELÍN

En todo el mundo los socialistas están en la búsqueda de los flautistas que engatusen a las masas con la dulzona melodía cuyas notas centrales, entre otras, son “todos somos iguales”, “la riqueza está mal repartida” y “no al lucro”…

En Chile, Bachelet y el socialismo se aprestan a retomar el poder para intentar transformar -¡una vez más!...¿y cuántas van?- nuestra sociedad con el fin de hacerla “más justa y próspera”. Así, llegan al poder sonrientes y con el estómago vacío, con todas las ganas del mundo, pero con la melodía equivocada que solo profundizará la pobreza y la miseria.

Mientras tanto, en la Europa desarrollada, creadora de una cultura eterna, los nuevos socialistas están saliendo de debajo de las piedras como respuesta a la crisis que los ha tenido postrados. Así ha surgido Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo y candidato a reemplazar al socialdemócrata Durao Barroso al frente de la Comisión Europea, que disfruta con el discurso que "el capitalismo salvaje ha destruido a Estados y a individuos". Y lo dice, mientras dirige un megaestado con un presupuesto anual superior a los 1.700 millones de euros y aspira a dirigir otro megaestado con un presupuesto de más de 135.000 millones de euros anuales, el triple de los beneficios anuales de algunas de las compañías más grandes del planeta, como Apple o Exxon. En otras palabras, estos megaestados tan requeridos por los neosocialistas les han extraído a los ciudadanos europeos una enorme riqueza para dilapidarla en proyectos de dudosa rentabilidad. ¿Y quieren seguir aumentando el poder de los megaestados?, ¿No convendría que este presupuesto se redujera fuertemente y se devolvieran dichos recursos a los ciudadanos para que sean ellos mismos quiénes los usen en lo que estimen conveniente?, ¿cree Schulz realmente que podrá revertir la situación dirigiendo estos megaestados?, ¿esta es la melodía socialista que volverá al bienestar a las sociedades?.

Por lo tanto, ¿podrá esta melodía socialista salvar a los países y al planeta como ofrecen?...Porque ¡una vez más nos ofrecen el Cielo en la Tierra!, ¿y cuando no cumplan…a quién culparán?.

Podemos afirmar que, los socialistas aquí y en todo el mundo, al son del sonido de sus promesas y letanías, mantienen hechizados y sumidos en el engaño a los pueblos y comunidades que los escuchan, esperanzados en un futuro mejor para ellos y sus hijos. Por eso, que Chile sucumba ante la flautista Bachelet puede comprenderse porque somos un país pobre desde el punto de vista material y mental (¡algunos hasta idolatran a tipos como Salvador Allende y Fidel Castro, dos creadores de miseria por antonomasia!); con un pueblo flojo y poco apto para el trabajo duro y esforzado; inculto y presto para el jolgorio y la parranda. Muchos de estos defectos provienen, sin duda, de las melodías tercermundistas que los liderazgos políticos socialistas han cultivado y utilizado durante muchos años.

Pero, que Europa, de hondas y preciosas raíces culturales sucumba ante la melodía de los flautistas socialistas, progenitores de la pobreza mental y material es más difícil de creer, ¿será desesperación?, ¿será falta de reales liderazgos defensores de la libertad y del liberalismo?, ¿será falta de interés?. Europa llegó a ser un faro de la civilización por la fuerza del mensaje de la libertad y su rechazo a los autoritarismos monárquicos, pero no han profundizado en el valor de la libertad. En cambio, como sucede cuando se tiene éxito, han escuchado al oponente…Con la aparición de la crisis financiera del año 2008, el fracaso de algunos países de Europa es evidente y notorio. Los países más débiles, poco adeptos al trabajo y con mercados menos competitivos han fracasado porque no pueden mantener un estilo de vida alejado de su nivel de ingresos. Y he aquí la paradoja: los socialismos han inculcado en la población que todos merecemos trabajar y vivir como príncipes, y el Estado nos debe asegurar aquello, ¿cómo es posible?. Esta es la razón del fracaso de algunos Estados de Bienestar europeos que consumían recursos en mayor cantidad de lo que eran capaces de generar.

Y se hacía necesario buscar culpables. Y surgió el mismo culpable de siempre, ¿adivinan cuál es?...¡El capitalismo y los mercados libres!. Y surgió la misma solución de siempre, ¿adivinan cuál es?...¡El socialismo y los Estados interventores gigantes!. Es el neosocialismo y la misma melodía dulzona.

¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DE LA MELODÍA NEOSOCIALISTA?

PRIMERO: El neosocialismo es una mezcla impura entre comunismo y democracia.

El neosocialismo es una mezcla impura entre los principios democráticos y los comunistas porque dicen que desean democracia, participación y control ciudadano, pero solo aspiran a tener mayorías absolutas para imponer legislaciones que reduzcan la libertad en amplios sectores y niveles.

Por eso, en Chile, la coalición de izquierda “nueva mayoría” se permite incluir al partido comunista que ha hecho todo lo que ha estado a su alcance para desestabilizar el sistema político con el fin de imponer sus letanías más caras.

SEGUNDO: El neosocialismo propicia una economía intervenida que genera la concentración económica.

El neosocialismo provoca que los factores de producción (tierra, trabajo, y capital) sean transados en los mercados pero bajo estrictas regulaciones que impiden su libre compra-venta. Lo óptimo es que sean de propiedad pública o en el peor de los casos, se permite la aparición de enormes empresas, fáciles de regular y fiscalizar, que producen concentración económica.

TERCERO: El neosocialismo interviene el mercado laboral con el objetivo de redistribuir el ingreso.

La principal consecuencia de la concentración económica es la mala distribución del ingreso que el neosocialismo pretende combatir mediante regulaciones como la fijación de altos salarios mínimos o promoviendo el sindicalismo y el derecho a huelga a lo largo y ancho de la economía intervenida.

Sin embargo, la política de fijación de un elevado salario mínimo provoca un exceso de oferta en el mercado laboral ya que muchos trabajadores que no cuentan con las mínimas competencias desean acceder a ese tipo de empleos. A su vez, la política de promover el derecho a huelga sin reemplazo empobrece de gran manera a las economías …¿Se han preguntado ustedes las razones por las cuáles una persona descontenta en su empleo no se va a otro empleo que más se ajuste a sus capacidades?. Primero, porque no hay otros empleos debido a la concentración económica y, segundo, porque los costos de salida son muy altos. La concentración económica provoca mercados laborales que generan empleos de baja calidad y la pretensión de proteger el empleo, con las políticas anteriores, solo profundiza la generación de empleos de baja calidad. Además, la intervención de los mercados laborales defiende a los que tienen empleo y deja abandonados a los que no lo tienen, y provocan que las pequeñas y medianas empresas no logren ofrecer un número suficiente de empleos debido a los altos costos laborales y bajos precios de venta provocados por la concentración económica de sus grandes clientes.

Los neosocialistas creen que, mediante decisiones administrativas, podrán redistribuir el ingreso, sin embargo, lo único que provocan es aumentar el desempleo, manteniendo bolsones de pobreza y miseria.

CUARTO: El neosocialismo aumenta, de manera creciente, el tamaño del Estado, financiado por más impuestos.

Un neosocialista se reconoce porque siempre plantea que el Estado es parte de la solución para todos nuestros problemas: ¿La educación es muy deficiente?. El Estado debe hacerse responsable de la calidad de la educación…¿Los servicios de salud son deficientes?. El Estado debe invertir en servicios de salud…¿Las pensiones son muy bajas?. El Estado debe asegurar pensiones dignas…¿El deporte obtiene malos resultados?. El Estado debe preparar deportistas triunfadores…¿El país requiere energía?. El Estado debe generar energía…Y suma y sigue.

Para todo lo anterior se requiere de un Estado creciente, con más y más ministerios, subsecretarías y servicios públicos y que requiere de un generoso financiamiento que sale del bolsillo de todos los contribuyentes por medio de más impuestos. ¿Podemos extrañarnos que los neosocialistas planteen que quieren realizar una reforma tributaria con el fin de mejorar nuestro bienestar?, ¿Cómo van a mejorar nuestro bienestar si nos quitan parte de nuestros ingresos?, ¿acaso no somos nosotros, por si mismos, los que debiéramos definir en qué gastar nuestro dinero?, ¿Por qué interviene el Estado para quitarnos ingresos que ellos destinan a otros usos usando desconocidos criterios?.

¿Cuáles son los criterios que utilizan los funcionarios y burócratas estatales para asignar los recursos de todos los contribuyentes?. En primer lugar, dichos criterios son meramente subjetivos y responden a metas políticas, sin buscar rendimiento ni eficiencia; en segundo lugar, no toman en cuenta que están insertos en un entorno altamente caótico y complejo, difíciles de predecir; en tercer lugar, las necesidades ilimitadas llevan a los políticos a requerir presupuestos siempre crecientes; en cuarto lugar, no existe una adecuada transparencia sobre el uso de los recursos; en quinto lugar, los políticos asignan recursos en el largo plazo pero su periodo legal en curso es de corto plazo; en sexto lugar, ellos no sufren por los dineros dilapidados porque dichos recursos no son de ellos y, en séptimo lugar, los contribuyentes siempre parecen tener recursos adicionales que los señores políticos miran con diente largo.

QUINTO: El neosocialismo crea Estados de Bienestar.

Al final, lo único que pretenden los neosocialistas es crear Estados de Bienestar con la pretensión de solucionar los problemas de la vida diaria de todas las personas de una cierta sociedad…Y olvidan que las necesidades de la población son crecientes e ilimitadas, y cualquier presupuesto siempre resultará insuficiente. Por lo tanto, los requerimientos siempre serán crecientes…¿y de donde surgirán?.

Dichos presupuestos crecientes serán extraídos de los ciudadanos mediante reformas tributarias de todos los tamaños. Así se producen dos efectos: por un lado, se ahoga la iniciativa privada, y por otro lado, se crea una clase de burócratas iluminados como Martin Schulz y Michelle Bachelet que creen que podrán resolver nuestros problemas tocando la melodía socialista.

Al final, una persona debiera contestar: ¿Quién puede determinar mejor que se debe hacer con sus propios recursos…una burócrata como Bachelet o la persona misma?. Para poder implantar la melodía socialista se debe eliminar lo mejor de las sociedades: la capacidad de iniciativa individual y la racionalidad. Y sin ambas, no nos queda más que estancarnos o desaparecer, ¿podremos contraatacar a los flautistas socialistas?.

PANORAMA Liberal

Jueves 16 Enero 2014

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