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sábado, 22 de febrero de 2014

Política. LOS ACTUALES POLÍTICOS LATINOAMERICANOS PARA SUS PUEBLOS, ¿DESEAN MÁS PROSPERIDAD, MÁS DEMOCRACIA Y RESPETO DE LOS DERECHOS HUMANOS?


Los políticos –de todas las tendencias- ya no son capaces de pasar el filtro democrático. En público, les encanta hablar del “valor de la democracia” (por ejemplo, cuando disponen de mayorías electorales circunstanciales), pero, en privado o a la primera de cambio, muestran su verdadero carácter al mantenerse en el poder por varios períodos, modificando las constituciones de sus países para ello y apelando a los más rancios argumentos. Y en Latinoamérica hay varios ejemplos de ello.

Y hay más ejemplos aún como cuando acompañan regímenes totalitarios, antidemocráticos, violadores de los DDHH y de las libertades individuales. Es lo que está aconteciendo en Venezuela en que el régimen chavista de Nicolás Maduro está apelando a la violencia y los mismos argumentos de siempre para contener a la población en las calles…

Y es lo que aconteció en la reunión de la CELAC que se realizó en la preciosa isla de Cuba, sometida aún, por la fuerza, a una casta de dictadores, criminales y violadores de los DDHH sin que ninguno de los asistentes, supuestos líderes de países democráticos, haya alzado la voz para reclamar por ello. Ninguno. ¿No es una vergüenza de todos estos que se bañan con un jabón de marca “democracia” varias veces al día?.

Y la razón de ello es evidente: son socialistas. Por eso, no sorprende que los presidentes socialistas de la región (Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, etc.) visiten al dictador Fidel Castro y lo acompañen, en su ancianidad, para apoyar a una plaga socialista que ha permanecido por más de 50 años tiranizando a ese pueblo. La pregunta que merece hacerse es: los ciudadanos latinoamericanos, ¿elegiremos alguna vez gobiernos y políticos que valoren la libertad como corresponde?, ¿por qué ese desprecio tan manifiesto al valor de las libertades tanto por parte de la ciudadanía como de sus líderes?, ¿podremos cambiar esa percepción?, ¿en que nos hemos equivocado para tan errónea percepción?...

ALGUNAS CONTRADICCIONES DE LA CELAC.

La reunión de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), realizada en La Habana del 28 al 29 de enero, ha terminado recientemente con un nuevo y ¿sorprendente? éxito diplomático para la dictadura cubana. Los jefes de Estado y de Gobierno han difundido una habitual, larga y esquematizada declaración final, llena de errores, imprecisiones, contradicciones e incertezas respecto del futuro de la entidad, sus países y la región.

PRIMERA CONTRADICCIÓN: ¿DERECHO SOBERANO DEL PUEBLO PARA TENER UNA DICTADURA?.

Dice la declaración de la CELAC que “1. Reiteramos que la unidad y la integración de nuestra región debe construirse gradualmente, con flexibilidad, con respeto al pluralismo, a la diversidad y al derecho soberano de cada uno de nuestros pueblos para escoger su forma de organización política y económica…”

Así comienza esta vergonzosa declaración de la CELAC que es un guiño siniestro hacia todos los regímenes totalitarios de corte socialista que mantienen sumido en la pobreza material y mental a sus pueblos…¿Qué significa “derecho soberano de cada uno de nuestros pueblos para escoger su forma de organización política”?, ¿es manifestación del derecho soberano de un pueblo ser sometido por una dictadura por cincuenta años?, ¿es que acaso la democracia –por las cuáles ellos fueron electos- no es la mejor forma?, ¿quién define y dispone de ese derecho soberano…el pueblo, sus representantes elegidos democráticamente o una minoría que tiene el poder de las armas o de la coacción institucional?, ¿puede ser una dictadura una posible “forma de organización política”?, ¿de qué color tiene que ser la dictadura para ser aceptada?, ¿Por qué no se condenan las dictaduras de izquierda como la cubana?...

Con este párrafo la CELAC ha mostrado su ADN socialista, al pretender imponernos la tesis que un pueblo puede ser sometido por una dictadura, siempre y cuando, sea socialista. ¿Puede ser más vergonzosa una situación como ésta?.

Y la justificación de la dictadura para mantener sometido a su propio pueblo, es tan absurda como necia: la culpa la tiene el bloqueo del “demonio imperialista” de EEUU. El derecho soberano de un pueblo es gozar de una sociedad libre, abierta y extensa, sin ataduras ni coacciones ni limitaciones impuestas por una minoría con la ayuda de la fuerza y la violencia estatal. Pero, cuando una minoría mantiene esclavizado a todo un pueblo, merece responder: ¿tiene derechos soberanos un pueblo esclavizado por una minoría criminal?.

Así comienza esta vergonzosa declaración de la CELAC.

Y, como corolario del carácter antidemocrático que fomenta esta institución, en la declaración se indica que “expresamos nuestro más profundo pesar por el fallecimiento del Comandante Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, ocurrida el 5 de marzo de 2013, uno de los principales fundadores e impulsores de la CELAC, humanista incansable e impulsor de la unión latinoamericana y caribeña, que luchó contra la exclusión social, la pobreza e impulsó el desarrollo integral de la región…”. Y la razón para mencionar a un político antidemocrático y megalómano como Hugo Chávez es defender “la obra fundacional” de una persona que, si  no fuera por su muerte, todavía estaría en el poder empobreciendo a un país y dilapidando el mejor de los recursos, su capital humano, en una confrontación de dudoso fin…¿Por qué razones los socialistas se aferran al poder pese que empobrecen a sus sociedades y sus ciudadanos?.

Hoy, tras Chávez, Venezuela es un país dividido y con serios problemas económicos. El pueblo ha salido a las calles y ha sido reprimido por el régimen chavista de Nicolás Maduro…Y los líderes latinoamericanos mantienen un silencio cómplice que muestra su apoyo implícito a los totalitarismos ideológicos de corte izquierdista. Una muestra más de su profunda cobardía moral.

Sin embargo, al fin, el presidente Piñera ha comentado la situación que se vive en Venezuela indicando con sensatas palabras que “condenamos profunda y categóricamente la violencia que ha ocurrido en Venezuela y que ya ha costado tres vidas humanas…Queremos pedirle a todas las partes, que la forma de actuar en democracia es respetando las libertades, respetando la libertad de expresión, respetando los Derechos Humanos (DD.HH.) de todos los ciudadanos por parte del gobierno y respetando el Estado de derecho y manifestándose en paz por parte de los ciudadanos…Si esas dos premisas se cumplen, Venezuela va a poder enfrentar esta situación difícil en buena forma y salir adelante fortaleciendo su democracia, fortaleciendo el Estado de derecho y respetando las libertades y los derechos de todos los ciudadanos…”.

¿Cuál fue la respuesta de Nicolás Maduro?. Nicolás Maduro ha emplazado directamente a Sebastián Piñera y a Juan Manuel Santos en uno de sus discursos diciendo que "yo le pregunto al presidente de Colombia, por ejemplo; le pregunto al Presidente Piñera de Chile, que han opinado sobre los asuntos internos de Venezuela, les pregunto si una marcha en Bogotá, presidente Santos, es convocada por un líder de la oposición diciendo que va al Palacio de Nariño a sacarlo a usted, ¿qué hace?, ¿Defiende al Estado colombiano o le entrega el poder al sedicioso que ha pretendido desconocerlo y sacarlo?, ¿qué hace usted?, ¿Qué quieren que haga?, ¿Qué deje que estos grupos de enmascarados sigan agrediendo a los trabajadores del metro?, ¿Qué quiere presidente Obama, que yo condecore a los enmascarados?, contésteme…¡Ya basta carajo. Ya basta de que se metan en los asuntos internos de nuestra patria!...”.

“¡Ya basta carajo…!”. ¿Y los valores democráticos tan preciados?. Cada vez que un pueblo sale a las calles para marchar en contra de un gobierno nefasto de izquierda surgen los mismos argumentos de los totalitarios de izquierda: sedición, imperialismo, golpismo…Y la perla argumental es: “no se metan en los asuntos internos de nuestra patria”. Pero, gracias a las dictaduras de derecha, la izquierda mundial ya no puede callar las violaciones de los derechos humanos que cometen los gobiernos de sus tendencias, y aunque callen, sus ciudadanos los miran de reojo. Ciertamente, los líderes izquierdistas latinoamericanos que callan y expresan un apoyo implícito a Nicolás Maduro, olvidan que los ciudadanos latinoamericanos ya no ven estos regímenes con la simpatía de antes.

SEGUNDA CONTRADICCIÓN: LA CELAC, ¿DEFIENDE O NO, LOS DERECHOS HUMANOS?

Continúa la declaración afirmando que “reiteramos que nuestra Comunidad se asienta en el respeto irrestricto a los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional…el respeto a la autodeterminación, a la soberanía, la integridad territorial…la no injerencia en los asuntos internos de cada país…la protección y promoción de todos los derechos humanos, el Estado de Derecho en los planos nacional e internacional, el fomento de la participación ciudadana y la democracia. Asimismo, nos comprometemos a trabajar conjuntamente en aras de la prosperidad para todos, de forma tal que se erradiquen…las violaciones de los derechos humanos y las transgresiones al Estado de Derecho”.

¿Cómo podemos entender que una institución que debe velar por el bienestar de los pueblos se permita mentir en forma tan descarada en público?, ¿Por qué dicen que erradicarán las violaciones de los DDHH si consienten en forma sistemática las violaciones que suceden en la isla de Cuba y, ahora, las de Venezuela?, ¿Por qué no se manifiestan para impedir las “transgresiones al Estado de Derecho” que pasan en Cuba y Venezuela?, ¿Por qué los líderes latinoamericanos no dicen nada de la situación en Venezuela?, ¿en dónde quedó la defensa contra las violaciones de los derechos humanos?...

...Pero, claro, cuando se trata de países gobernados por la derecha política, ¡inmediatamente! aparecen los próceres de mentalidad socialista para rasgar vestiduras y llorar en público…Un doble estándar inaceptable.

La guinda de pastel: la ONU respalda al dictador...
Y luego de las dos guerras mundiales que asolaron el mundo desarrollado en el siglo pasado, las sociedades líderes decidieron enfrentar el tema de los DDHH, en 1948, presentando la Declaración Universal de Derechos Humanos que en su Artículo 1 declara que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros...”.

Pese a ello, seguimos en Latinoamérica teniendo políticos que respaldan las violaciones de los derechos humanos cómo Nicolás Maduro y acogen a dictadores y violadores de los derechos humanos como los Castro, cobijados en instituciones de mentalidad socialista como CELAC y la ONU…¿Puede ser más paradójico que la propia ONU los cobija?, ¿pueden creerlo?. Se comprende todo cuando pensamos que la institucionalidad internacional es de corte socialista y por eso, se visitan, protegen y cuidan entre sí.

TERCERA CONTRADICCIÓN: ¿PUEDEN LOS ESTADOS HACER CRECER ECONOMÍAS CERRADAS Y SIN LIBERTADES?.

En la declaración se indica que “promovemos una visión de desarrollo integral e inclusivo, que garantice el desarrollo sostenible y productivo, en armonía con la naturaleza, en aquellos ámbitos en los que podemos construir sinergias, particularmente en áreas como la energía, infraestructura, el comercio intrarregional, la producción de alimentos, las industrias intermedias, las inversiones y el financiamiento, con el propósito de alcanzar el mayor desarrollo social para nuestros pueblos…Asumimos nuestro compromiso con el desarrollo regional integrado, no excluyente y equitativo, tomando en cuenta la importancia de asegurar un tratamiento favorable a las economías pequeñas y vulnerables, a los países en desarrollo sin litoral y Estados insulares…”.

La farsa socialista está alcanzando niveles insólitos. En la declaración manifiestan que ellos, como políticos, serán capaces de garantizar “el desarrollo sostenible y productivo, en armonía con la naturaleza…bla, bla, bla”. En otras palabras, están planteando que los Estados garantizarán el crecimiento de sus economías, ¿cómo es posible?. Los Estados repletos de funcionarios y burócratas socialistas, no pueden hacer crecer las economías puesto que el crecimiento proviene de la creación de riqueza realizada por empresarios individuales que buscan y aprovechan oportunidades asumiendo los riesgos respectivos.

Muchos de estos políticos socialistas tienen ideas extremas como volver a estatizar empresas para que los beneficios que generan vuelvan al Estado, garante de la igualdad ciudadana. Por ejemplo, la unidad de negocios del cobre de la trasnacional anglo-sudafricana Anglo American en Chile reportó utilidades operacionales por 1.739 millones de dólares en 2013, levemente superior a los 1.736 millones alcanzados el año anterior. ¡Y los socialistas saltaron con comentarios tipo “ganan millones de dólares, gracias al cobre de todos los chilenos, y no aportan casi nada al fisco…” o “Nos indignamos de saber todo el dinero que ganan estas empresas, dejando poco o nada para el país, pero ningún político, de ningún partido saca la voz para defender nuestros intereses…Con todo ese dinero que se llevan, hace tiempo que tendríamos educación gratuita, mejores hospitales, las regiones del norte no estarían tan abandonadas, etc. Las compañías deben pagar un alto impuesto o, en caso contrario, Chile debería NACIONALIZAR EL COBRE…”.

Supongamos que Chile nacionalizara el cobre y se apropiara de los US$1.739 millones para ser repartidos equitativamente en “el pueblo” (supuesto difícil de creer pensando que siempre hay intermediarios que sacan pedazos de la torta), ¿cuánto llegaría a cada chileno?. Veamos. Suponiendo un dólar a $555 y una población de 17 millones, cada chileno recibiría al mes poco más de $4.730 al mes, ¿somos más ricos por ello?.

¿Cuál es la trampa socialista?. Los políticos de dicha mentalidad son ignorantes económicos que olvidan que, primero, para obtener esos beneficios se debió realizar una inversión inicial que debe ser recuperada por sus propietarios; segundo, para mantener este flujo de beneficios debe reinvertirse permanentemente, y tercero, la inversión inicial y las reinversiones posteriores generan enormes beneficios en toda la economía en términos de demanda de insumos y servicios. Los políticos socialistas se concentran en los beneficios y olvidan los costos involucrados, ¿cree alguna persona sensata que los Estados latinoamericanos –siempre carentes de todo- tendrán recursos para invertir en la industria minera?. Así, si alguna vez se nacionalizara la industria del Cobre volveríamos a caer en un nivel de letargo final.

Los Estados son incapaces de crear riquezas porque son gestionados por políticos que no actúan bajo el prisma económico, sino que bajo distintos supuestos, contradictorios entre sí, dependiendo de su posición en el espectro político…Por lo tanto, no podemos pedirles a los Estados modernos lo que no pueden obtener, entonces, ¿qué podemos pedirles a los Estados modernos?. Fijar reglas del juego claras para todos, libertad de operación, defensa de la propiedad privada y un sólido Estado de Derecho.

Piensen ustedes en los gobernantes de Cuba que llevan más de 50 años en el poder, ¿es una sociedad avanzada y de gran bienestar?, ¿todo el mundo desea emigrar allí?, ¿Por qué Cuba, pese a que el Estado es dueño de todo, aún continúa sumido en la pobreza material y mental?. Y la respuesta ya debe ser clara: la dictadura cubana ha propiciado una sociedad cerrada que violenta a sus ciudadanos impidiéndoles desarrollar sus proyectos personales, ¿es un país en el que vale la pena vivir?. No vale la pena vivir en Cuba porque no hay oportunidades para los más talentosos que deben emigrar en busca de dichas oportunidades...Y, como guinda en el pastel, la dictadura cubana viola los derechos humanos de sus ciudadanos, y eso no les importa ni a la CELAC ni a la ONU. Es más, la validan y los ponen casi como ejemplos a seguir…

La única manera de progresar y avanzar es profundizando sociedades libres, abiertas y extensas; en las cuáles los ciudadanos tengan libertades para hacer de sus vidas lo que deseen dentro de un ciert marco general. Latinoamérica continúa siendo una sociedad cerrada, sin libertades y que mira las pelusas de su ombligo, ¿podremos avanzar de esta manera?...

***

Latinoamérica está condenada a ser un continente del tercer mundo, pobre y con una población ignorante si seguimos atados a la esperanza de que el Estado –y los políticos que lo promueven- vengan en nuestro rescate. La población privilegia en demasía la esperanza en la llegada de los “dioses” o los “hombres nuevos y buenos” que cambiarán su vida porque eso no ha acontecido ni acontecerá. Mirar hacia el futuro con la esperanza de que algo cambie es un fatuo ejercicio; se debe actuar. Por eso, en este continente, los políticos socialistas deben ser demagogos y megalómanos (vean ustedes: Chávez y Maduro, Correa, Kirchner, Morales, Mujica), con  discursos idealistas e ilusos, para que puedan transformarse en aquellos dioses que volverán para llevarnos al paraíso añorado…

Pero, pasan y pasan los años y seguimos igual o quizás, peor…Y los políticos socialistas continúan asumiendo el poder con los mismos cuentos y los mismos resultados…¿Y quién es el culpable?...¡El capitalismo!, ¡el imperialismo!...¡las nubes que cruzan por el cielo!…Es decir, otros son culpables, mientras los que gobiernan ¡son ellos!. Sin embargo, realicemos un ejercicio y pongámonos en sus zapatos…

Imaginemos que los políticos son personas de buenas intenciones que pretenden transformar la sociedad para el bien de todos. Y así comienzan los problemas. En primer lugar, ¿cuál es el bien de todos?, ¿existe el bien común?, ¿para determinar el bien común no se requiere determinar el bien individual?, ¿estamos en condiciones de conocer lo que cada persona reconoce como “su” bien?. Es imposible determinar lo que cada persona precisa en un cierto momento, sin dejar de considerar que las personas no se conocen a sí mismas. Por lo tanto, el bien común o bien de todos termina siendo una cuestión de probabilidades porque el bien para una persona puede diferir del bien para otra persona, y así hasta el infinito y más allá. Por lo tanto, los políticos de buenas intenciones, ¿Qué tipo de bien común van a intentar satisfacer?, ¿el bien común de un sujeto promedio?, ¿cuál es la única persona que ellos, más o menos, conocen?. ¡Ellos mismos..!. A nadie debiera extrañar, entonces, que los políticos terminan siendo los más beneficiados con sus gobiernos, ¿podría ser de otra manera?.

En segundo lugar, los políticos de buenas intenciones no toman en cuenta que no disponen de la suficiente cantidad y calidad de información para gestionar una organización extensa –como el Estado- en un entorno caótico, disperso, cambiante y dinámico. Cuando los resultados no son los esperados, culpan al “entorno cambiante” (por ejemplo, la “avaricia capitalista”) y a la carencia de recursos con que cuentan, que los induce a crear más ministerios, secretarías y departamentos que termina aumentando el tamaño del Estado, y complejizando aún más su operación.

Y, en tercer lugar, las influencias de las decisiones de los políticos no tienen efectos en el corto plazo. Ya hemos mencionado que la realidad es vasta y compleja por lo que los cambios que se implementan hoy tienen efectos que, muchas veces, exceden la vida operativa de un político promedio. En otras palabras, son elegidos para gestionar por un cierto período; toman decisiones que les favorecen abiertamente en el corto plazo pero toman otras decisiones que tienen efectos de largo plazo que se superponen con las decisiones de otros; cuando estas decisiones surten efectos (para bien o mal) ya están muertos o jubilados o es imposible identificar su nivel de responsabilidad. Por lo tanto, lo más razonable es que no tomen decisiones ni de corto ni largo plazo.

Repitamos. Latinoamérica está condenada a ser un continente del tercer mundo, pobre y con una población ignorante si seguimos atados a la esperanza de que el Estado –y los políticos que lo promueven- vengan en nuestro rescate. Al final, los que llegan al poder son políticos socialistas demagogos y megalómanos, con  discursos idealistas para ilusos, que se transforman en aquellos dioses que volverán para llevarnos al paraíso añorado…Toda una farsa.

Esta farsa socialista es alimentada por los ciudadanos latinoamericanos que tienen la desgraciada creencia de que es mejor recibir órdenes y mandatos, que ser independiente y buscar su propio destino. Esta creencia los lleva a elegir políticos de mentalidad socialista que gestionan los recursos con una mentalidad tercermundista cuyo eje central es la ignorancia económica.

Tenemos el sueño de que los habitantes de este continente se integren en forma activa al resto del mundo, pero lastimosamente, es solo un sueño porque vivimos en un mundo real de pesadilla socialista. Los políticos socialistas, que han regido las naciones de este continente y las instituciones internacionales, han pretendido y aún pretenden implantar la farsa socialista como la gran solución para eliminar la pobreza…Pero, el socialismo es una ideología de la miseria. Miremos a nuestro alrededor: ¿Qué países latinoamericanos son líderes mundiales en algún área?. Algunos dirán: ¡el fútbol!... ¿Saben porque Argentina y Brasil son líderes mundiales en el futbol?. La pobreza es el caldo de cultivo de donde surgen los deportistas de élite…¿cómo?. Si, la pobreza y los potreros son los lugares de donde surgen estos talentos. Por lo tanto, no nos enorgullezcamos tanto de tener futbolistas de élite porque es el resultado indirecto de haber tenido demasiados gobiernos socialistas incompetentes e ineptos.

Y, ahora, la CELAC pretende ser el faro que dará batalla a las grandes lacras del continente (pobreza, hambre, desigualdad), mientras la dictadura cubana, violadora de derechos humanos, goza de buena salud recibiendo el beneplácito de los creadores de miseria latinoamericana por antonomasia. En la realidad, con los liderazgos socialistas las lacras de continente se mantendrán por décadas, ¿podremos esperar algo distinto de los políticos socialistas actuales?.

PANORAMA Liberal

Sábado 22 Febrero 2014

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