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sábado, 20 de septiembre de 2014

Economía. LA IMPOSIBILIDAD DE UNA AGENDA SOCIALISTA DE PRODUCTIVIDAD, INNOVACIÓN Y CRECIMIENTO.

La innovación, productividad y crecimiento económico no pueden formar parte de las políticas públicas de corte socialista porque no se basan en mercados libres... 
Mire en las calles, plazas, trabajos, escuelas y otros lugares públicos como las personas usan, disfrutan y abusan con la conectividad que los dispositivos actuales les permiten para comunicarse con sus seres queridos…Todos desean un contacto inmediato, de calidad, y cualquier demora hace soltar palabrotas al usuario…Todos quieren una velocidad creciente para sus dispositivos…Hoy, todos desean computadores más rápidos, más pequeños, más verdes, y capaces de procesar información hasta 1.000 veces más rápido que los modelos disponibles en la actualidad, ¿es posible tamaño cambio?. La innovación parece estar llevando ese sueño a la realidad mediante la sustitución del silicio por materiales que pueden cambiar de estado eléctrico con suma facilidad.

En otras palabras, la clave para aumentar la velocidad de nuestros dispositivos está en sustituir los dispositivos basados en silicio por dispositivos basados en “materiales de cambio de fase” (PCM) capaces de cambiar, en forma reversible, entre dos fases estructurales con diferentes estados eléctricos (una, cristalina y conductora, y la otra, vidriosa y aislante) en mil millonésimas de segundo. Estos materiales podrían eventualmente permitir velocidades de procesamiento entre 500 y 1.000 veces más rápido que un computador portátil promedio actual, utilizando menos energía. Los procesadores, diseñados por los investigadores de la Universidad de Cambridge, el Instituto de Almacenamiento de Datos de Singapur y la Universidad de Singapur de Tecnología y Diseño, utilizan un tipo de PCM que puede fundirse y recristalizarse en tan solo la mitad de un nanosegundo (milmillonésima parte de un segundo) utilizando pulsos de voltaje apropiados.

Los cálculos que realizan la mayoría de los computadores, teléfonos móviles y tabletas se basan en dispositivos lógicos de silicio. "Sin embargo, como la demanda de computadores más rápidos sigue aumentando, estamos alcanzando rápidamente los límites de las capacidades del silicio", dice el profesor Stephen Elliott, del Departamento de Química de Cambridge, quien dirige la investigación. El método habitual para incrementar la potencia de los computadores es por medio del aumento del número de dispositivos lógicos que contienen lo que requiere reducir progresivamente el tamaño de los dispositivos, pero las limitaciones físicas para las arquitecturas actuales están haciendo casi imposible el continuar por este camino.

Actualmente, los dispositivos lógicos y de memoria más pequeñas basadas en el silicio son unos 20 nanómetros de tamaño, aproximadamente 4.000 veces más delgadas que un cabello humano, y se construyen en capas. A medida que los dispositivos se hacen cada vez más pequeños con el fin de aumentar su número en un chip, con el tiempo los espacios entre las capas serán tan pequeños que los electrones que se almacenan en ciertas regiones de dispositivos de memoria flash no volátiles provocarán pérdidas de datos. Los dispositivos PCM pueden superar este límite de tamaño de escala, ya que se ha demostrado que funcionan a unos dos nanómetros.

Lo anterior corresponde a una innovación que se está elaborando en la actualidad para aumentar la capacidad de los dispositivos informáticos y móviles, liderada por universidades e instituciones que desarrollan sus innovaciones mirando un mercado específico y sus crecientes necesidades…

La clave de la innovación es que alimenta y se surte de la presencia de mercados libres, dinámicos y en permanente desarrollo, y son lideradas por instituciones libres e independientes, aunque podrían ser financiadas públicamente…

¿ES POSIBLE UNA AGENDA SOCIALISTA PARA LA INNOVACIÓN?

Hace unos pocos meses atrás, la socialista Bachelet anunció una Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento con el objetivo de que “Chile llegará a ser desarrollado sólo si fortalece nuevos sectores económicos e invierte en infraestructura pública, estableciendo una estrecha coordinación entre el sector privado y el público”.

La idea del actual gobierno es que esta Agenda sea la base para una nueva fase de desarrollo de la economía chilena. Una fase que no dependa de la explotación y exportación de recursos naturales, sino que posibilite que emerjan sectores capaces de producir nuevos bienes y servicios, desarrollar industrias y generar polos de innovación. Dice Bachelet que “estamos apostando por mejorar nuestra productividad y competitividad mediante la innovación, y es una apuesta ganadora porque elige invertir en la mayor riqueza que tenemos como país, que es la capacidad de las personas”. Desde el punto de vista financiero, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, indicó que la Agenda tendría recursos por US$ 1.500 millones en los próximos cuatro años. A su vez, otro ministro, ha señalado que esta Agenda se sustentará en la Comisión Nacional de Productividad.

¡Caramba…!. ¿Quién podría estar en desacuerdo con iniciativas tan bien intencionadas?. El único problema es que las políticas públicas que diseñan los socialistas siempre tienen buenas intenciones, pero siempre terminan causando nuevos problemas, más difíciles de resolver. Un ejemplo típico de las políticas públicas socialistas fracasadas son el Transantiago y la veintena de ministerios que no son capaces de generar servicios mínimos y satisfactorios en su propio sector…¿cuál es el problema?.

El problema más grave de estas soluciones socialistas es que jamás plantean profundizar los mercados libres, puesto que tienen la creencia de que la innovación puede manejarse centralmente por medio de un cerebro sabio y poderoso. Olvidan que los productos y servicios deben ser diseñados para servir las necesidades de los usuarios y consumidores. Además, lo que es más grave, los socialistas no creen en los mercados libres y en su importancia para asignar los recursos escasos y viven en la ilusión que su racionalismo utilitario va a permitir que las sociedades humanas progresen dirigidas centralmente.

En otras palabras, es muy lógico que las políticas públicas socialistas no resuelven nada porque el enorme volumen de información necesario para gestionar un sistema no puede ser gestionado por la mente de una única persona o comité en un tiempo limitado; la información que debe ser analizada por dicho comité está dispersa en la mente de muchos individuos y además tiene un carácter no tácito; el carácter dinámico de los mercados impide que estos comités dispongan de toda la información que aún no ha sido creada, y finalmente, la intervención en los mercados distorsiona, corrompe, dificulta o simplemente imposibilita la generación y transmisión de la información necesaria.

La citada Agenda para la Productividad, Innovación y Crecimiento no desarrollará el país y solo conseguirá desviar fondos hacia los bolsillos de personas que no le darán la utilidad esperada y, lo más probable, es que en unos años más continuemos con la misma discusión. Este tipo de organizaciones de planificación central solo satisfacen los intereses de aquellos que la han capturado para sus propios y particulares fines.

En cambio, el proceso de innovación solo se activa en sociedades libres y abiertas, en las cuáles la información fluye caóticamente y se deben tomar decisiones dispuesto a asumir riesgos en la búsqueda de beneficios para los consumidores. En otras palabras, la innovación requiere múltiples mentes compitiendo en mercados libres en un entorno caótico y dinámico, donde solo los más efectivos impondrán sus diseños dominantes en los mercados porque serán aquellos que satisfagan las necesidades de los consumidores de mejor manera. La innovación productiva no surge cuando hay un ente central “sabio y poderoso”, asignador de recursos, porque los participantes solo tratarán de diseñar e implementar aquello que el ente central desea; no se pueden correr riesgos ni asumir desafíos. Al final, los únicos que serán beneficiados son aquellos que han capturado la institución central burocrática para sus propios fines.

Mire a su alrededor...¿cuántos ministerios tenemos?, ¿cuál de esos ministerios presta servicios de primer nivel?, ¿cuál de esos ministerios satisface a sus usuarios?...Pregúntese ahora: ¿Cuál de esos ministerios es innovador en lo que hace…?. ¡Ninguno!. Piense en Codelco, la única empresa chilena que pudo ser la primera transnacional chilena…¿Qué tiene de innovador Codelco?.

El sector público de un país subdesarrollado, como el nuestro, no reúne las cualidades que se requieren para liderar el proceso innovador si eso no va atado al funcionamiento de mercados libres y abiertos a la competencia. Todas estas iniciativas y agendas son humo para la galería y permanecerá en la historia como uno más de las pretensiones de una clase política socialista, engendradora de pobres y de miseria.

Panorama LIBERAL

Sábado 20 Septiembre 2014 

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