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lunes, 23 de marzo de 2015

La Columna de Liberalio YO ACUSO…


Ciudadanos,

En Chile, los poderes fácticos de todos los colores han instalado desde hace tiempo la siguiente afirmación:

“Tenemos la fortuna que Chile no es un país corrupto como otros”…

¡Y lo dicen los mismos poderes fácticos que han mantenido sus cuotas de poder por más de doscientos años!.

Decimos, entonces, que la verdad es muy diferente porque, a lo largo de nuestra historia, los políticos –de todos los colores y tendencias- siempre han buscado el poder económico que les permita prolongar su estadía en los pasillos del poder, y los ricos siempre han buscado el poder político para seguir prosperando y enriqueciéndose en base a regalías, empleos, negocios y apertura de mercados solo para ellos, en desmedro de todos los demás.

Así se ha prostituido la democracia en beneficio de algunos pocos que aprovechan la oscuridad y la ignorancia de todos. Y así se ha prostituido el poder económico concentrándose en muy pocas manos.

Por todo lo anterior, podemos afirmar claramente que la corrupción es un mal de las democracias intervenidas masivamente por los políticos de corte paternalista –de todos los colores- que se apropian de sus recursos y disponen de la fuerza para coaccionar a la población con el fin de satisfacer sus propios fines. Alguien dijo alguna vez que “la moral no es materia de discursos sino de acciones concretas”. Por eso, como ejemplos, basta con remitirnos a las dos alcantarillas abiertas.

Por una parte, el caso Penta –alcantarilla abierta de la derecha política- ha llegado a las instancias judiciales con todas las implicancias posibles para una derecha que se muestra inerte y sometida, llena de cucarachas cobardes e inmorales que no son capaces de sostenerse al aire libre. Este caso es una muestra palpable de los mecanismos que tienen los políticos de este sector para financiar sus campañas electorales.

Sin embargo, que un privado done recursos para que un político haga campaña no es algo nuevo ni exclusivo de la derecha porque se ha realizado en Chile desde que tenemos memoria (aunque todos lo niegan cuando están fuera de las alcantarillas)…Por eso, muchos de estos políticos son deudores que deben pagar la factura cuando se les pida.

Aparte del contubernio entre los intereses económicos y políticos, el caso Penta muestra la brutal pobreza de ideas que tienen los candidatos de derecha puesto que creen que los recursos económicos harán la diferencia en el electorado. No han sabido vender las ideas más exitosas de la historia humana porque ¡no creen en ellas!. En esta situación incluimos a políticos como Ena von Baer, Laurence Golborne, Iván Moreira, Pablo Zalaquett, José Antonio Kast, Alberto Cardemil, y algunos de más a la izquierda como Andrés Velasco y otros…Los hechos hablan por sí mismos…

Por eso, por la sanidad de la derecha, todos los comprometidos en el caso Penta deben renunciar a sus cargos si es que desean honrar el sector que dicen defender…aunque lo más probable es que no den la cara y se oculten de la vergüenza pública que ya los alcanzó en sus alcantarillas, leyendo papeles sin vida y sin espíritu. Para ellos, no hay conducta honorable y solo esperan que caiga el velo del tiempo.

Por otra parte, el caso Caval –alcantarilla abierta de la izquierda- muestra a las claras que la izquierda no tiene ninguna autoridad moral para exigir a otros lo que ellos no son capaces de entregar. Pese a la evidencia en contrario con el manifiesto nepotismo de los Andrade y Girardi, hasta este caso se llenaban la boca con una supuesta superioridad moral que les permitía levantarse en los estrados con la cabeza en alto y mirar al país hacia abajo…”Somos los hombres y mujeres buenos y nuevos del socialismo…somos distintos”, eso decían, pero el tiempo derriba estas ficciones y ahora, solo son unas trémulas cucarachas que se ocultan intentando pasar desapercibidas…ante el vendaval que se les viene encima…

Ahora, el barro ha manchado el pulcro traje de la actual santa madre del socialismo interventor que llora en el silencio de su aposento las torpezas de su hijo pródigo. Y usa la táctica de siempre: cuando las cosas se ven difíciles se oculta y calla, para que otros asuman los costos. O cuando habla, emite sermones y pone carita de víctima. Por ejemplo, aparece como una blanca paloma para “supervisar” los incendios y visitar a una niña enferma, mientras pone cara de circunstancia para la foto, pero es incapaz de intervenir en la Araucanía, donde un grupo terrorista tiene secuestrada a toda una comunidad, y responder consultas respecto de la conducta desvergonzada de su parentela…Mientras tanto, usa su clásica táctica de callar y esperar que todos olviden…

Este es el socialismo del siglo 21, el mismo de siempre…Que se atreve a mirar a los ojos de los pobres para mentirles descaradamente que los sacarán de la pobreza por medio del paternalismo y los bonos entregados por doquier…pero, eso no es verdad, porque la verdadera intención no es que salgan de la pobreza sino hacerlos dependientes de dichas regalías para que sigan votando por ellos. Una persona racional no puede votar por el socialismo a no ser que obtenga beneficios.

Los socialistas del siglo 21 han creado Estados mórbidos, llenos de grasa con ministerios pletóricos de burócratas que se miran el ombligo todos los días y son un gasto inútil para la sociedad. Por ejemplo, ¿Qué puede hacer de diferente un ministerio del deporte?, ¿hacer que los chilenos practiquen más deporte?. Estos socialistas no desean crear Estados musculosos y efectivos porque eso les puede pasar la cuenta electoral dado que nada van a hacer…pero dejan una institucionalidad de mentalidad retrograda…Por eso, cuando escuchen “socialismo” asócienlo con la palabra “pobreza”, excepto para las élites socialistas que se enriquecen a manos llenas.

EN CONCLUSIÓN, YO ACUSO…

Ambos casos son pruebas evidentes de cómo la democracia intervenida contamina lo que toca, destruyendo los cimientos necesarios para construir sociedades libres y abiertas, creando amplios espacios ocultos al escrutinio público para propiciarse ventajas para sí mismos. En otras palabras,

YO ACUSO a la derecha que ha pervertido sus principios vitales y ha sucumbido al canto de sirenas socialistas defendiendo ideas que no son las correctas.

YO ACUSO a los políticos que piden más intervención y paternalismo, más bonos e impuestos y crecientes regulaciones.

YO ACUSO a la izquierda porque no es una opción política viable dado que solo genera pobreza y miseria a tasas crecientes

YO ACUSO a los que se enriquecen con su cercanía del poder.

YO ACUSO a los que dicen que, en Chile, la corrupción no es relevante.

YO ACUSO a los hipócritas y fariseos de la política que visten de blanco pero por dentro están llenos de suciedad y miseria.

YO ACUSO a los que mienten descaradamente para mantener sus privilegios.

YO ACUSO a los que no saben honrar sus cargos y son incapaces de renunciar pese a las miserias de sus vidas.

YO ACUSO a los ciudadanos que no votan y después reclaman contra los políticos incapaces.

YO ACUSO a los irracionales e ignorantes que votan por personas que le hacen daño a ellos mismos y al país.

YO ACUSO a aquellos que no son capaces de asumir sus responsabilidades y siempre buscan alguien a quién culpar.

YO ACUSO a los que dan vuelta la espalda a los problemas de todos.


UNA NECESARIA REFORMA POLÍTICA PARA ESTE SIGLO: UNA PERSONA, UN PERÍODO

¿Qué podemos hacer?. A los políticos les fascinan las reformas políticas, pero la ciudadanía debe imponer una que nos les va a gustar: una persona, un período.

Todo lo relatado anteriormente es el resultado de un poder controlado por políticos profesionales que viven por y para la política; en algunos países la llaman “experiencia”, pero la evidencia muestra que dicha experiencia siempre termina con el enriquecimiento del político. Por eso, postulamos que una persona solo puede electa por una vez en su vida, a un cargo popular, ya sea sindical o partido político o diputado o senador. Además, al término de su período, la persona no puede volver a postular inmediatamente a otro cargo.

Por ejemplo, suponga que Juanito es electo diputado. Una vez terminado su período, Juanito debe volver a su vida anterior y ganarse la vida como todos, a la espera de la próxima elección en la que podría postular a un cargo distinto al de diputado.

Decir “NO A LA REELECCIÓN INDEFINIDA EN UN CARGO” es una condición necesaria para estos tiempos porque no podemos permitirnos que los políticos sigan creando enclaves de poder que solo les benefician a ellos.

Una reforma política que permita la elección por una sola vez en un cargo de representación popular es una condición indispensable si queremos acercar la política a la gente.

PANORAMA Liberal
Lunes 23 Marzo 2015

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena descripcion de la realidad actual...Bravo!