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sábado, 2 de mayo de 2015

Política LOS ERRORES METODOLOGICOS DEL CONSEJO ANTICORRUPCIÓN…


Finalizó la actuación del Consejo Anticorrupción nombrado por la socialista Bachelet para enfrentar la problemática de la corrupción con la sorprendente conclusión que lo más relevante es el proceso constituyente que comienza en septiembre. Sin embargo, Eduardo Engel, presidente del citado consejo, parece feliz al indicar que “lo dicho por la mandataria está en consonancia con lo que propuso el consejo y además fortalece la democracia…Me parece que potencia lo que propuso el consejo y el informe que ya está disponible”.

“Lo dicho por la mandataria…” fue una falta de respeto al trabajo del consejo y a la participación de la ciudadanía en sus actividades. En otras palabras, la socialista Bachelet ya tenía claro que, para desviar la atención de la opinión pública de los hechos de corrupción asociados a su familia y a su agrupación política, no debía solo proponer reformas en este ámbito sino que debía ir más allá. Bachelet y los asesores que le recomendaron este paso han mostrado su escaso manejo e incapacidad de distinguir circunstancias y momentos para hacer anuncios.

Además, Engel indicó que “la posibilidad de contar con partidos políticos totalmente distintos a los que hoy existen…Modernos, sólidos, con una democracia interna, en que las inscripciones son transparentes y que sus procesos internos se realicen como en los países modernos…Creo que es un tipo de reforma que va a quedar en la historia, va a ser un cambio muy grande para Chile a futuro”.

A todos ya nos da la impresión que la inteligencia está guardada en el desván porque cualquier cosa que haga un gobierno, sea buena o mala, siempre quedará en la historia….Los chilenos queremos menos frases barrocas y rimbombantes para el bronce y más acción, no sólo para mirar hacia adelante, sino para que todos los que robaron en el pasado sean advertidos que se enriquecieron con los recursos de todos abusando del privilegio del poder…

Pero, volvamos al foco metodológico de este artículo.

LAS RAZONES DE BACHELET…

Las propuestas del informe incluyen medidas para prevenir la corrupción, regular conflictos de interés, financiar la política, mejorar la confianza en los mercados y fijar aspectos de integridad, ética y derechos humanos…¡Todas estas propuestas no requerían perder el tiempo en un Consejo Presidencial…puesto que eran las medidas que todos pedían!...

¿Por qué, entonces, se perdió tanto tiempo…?.

La única razón es política. Con la inmoralidad derechista en marcha, la izquierda solo observaba y festejaba dicho descrédito, pero cuando se reveló la inmoralidad socialista, Bachelet se estremeció hasta los tuétanos porque todo podía salir a la luz…sus campañas financiadas con dineros turbios…el enriquecimiento ilícito de su hijo…el caso SQM y todas las aristas que embarraban a su sector…¡Necesitaba tiempo…! Y para eso creo este Consejo Presidencial, para disponer de más tiempo…ante el hambre de sangre del pueblo que pedía medidas inmediatas…

Sin embargo, la única capacidad que tiene la socialista Bachelet es dilatar la necesaria toma de decisiones formando Comisiones en el pasado y Consejos en el presente…Necesitaba blanquear sus decisiones y compartir la responsabilidad en la toma de decisiones. Y para eso los tontos útiles de estas comisiones son perfectos; corren para participar en estas actividades que no tienen sentido alguno puesto que las medidas eran conocidas ya por todos…¿o que importaba si los pasaba por arriba tomando decisiones que los superaban?.

EL PROBLEMA METODOLÓGICO DEL INFORME ENGEL…

Pero, además, los miembros de este Consejo, estos tontos útiles, no hicieron bien su trabajo porque olvidaron un pequeño detalle: identificar el problema adecuadamente. Cualquier alumno de primer año de ingeniería sabe que no puede confundir causas con efectos y que son las primeras las que deben ser atendidas para solucionar los efectos. Y la mayoría de las propuestas de este Consejo atienden más bien a los efectos que a las causas: para prevenir la corrupción, para regular conflictos de interés, para financiar la política, para mejorar la confianza en los mercados y para fijar aspectos de integridad, ética y derechos humanos…¡Todas estas propuestas atienden los efectos de la corrupción!...Resulta deprimente que este Consejo, conformado por personas estudiosas y preparadas, no haya centrado sus conclusiones en los verdaderos problemas y causas de la corrupción.

PRIMERA CAUSA: La naturaleza humana

La especie humana ha progresado materialmente pero su naturaleza no ha cambiado en lo absoluto. La arrogancia, estupidez, vanidad, ambición, egoísmo, maldad, envidia, etc. forman parte de nuestra naturaleza y no podemos dejarlas de lado, y se expresan en una abismal carencia de valores éticos en ciertas situaciones como, por ejemplo, el ansia de poder político y económico, insaciable, creciente e ilimitado.

SEGUNDA CAUSA: Políticos profesionales.

Dado lo anterior, el paso de la historia ha puesto a la democracia como la forma de gobierno más desarrollada. Así, estas democracias –en todo el mundo- han reemplazado a las monarquías y aristocracias de sangre por oligarquías de burgueses y funcionarios que se han apoderado del Estado y sus recursos para satisfacer sus intereses personales. Hemos reemplazado castas de “sangre azul” por casta de “sangre turbia”. En todo el mundo, la política se ha convertido en una carrera profesional que lleva directamente al enriquecimiento y al disfrute de un nivel de vida que no tiene correlato con la realidad porque ¿cómo es posible que la clase política mundial disponga de un poder discrecional tan enorme que les permita permanecer en el poder por años, décadas y siglos apoderándose de una buena porción de la riqueza?. Pregúntese caro lector: ¿conoce usted un político pobre que necesite trabajar por el resto de su vida?.

Así, las democracias modernas se han prostituido en las manos y los bolsillos de una clase política profesional que vive de la política durante toda su vida. Se reeligen una y otra vez hasta el cansancio y cuando se aburren, ya están en la línea de partida sus hijos, sus hermanos, sus nietos y toda la parentela necesaria para seguir enriqueciéndose y disfrutando de la riqueza generada por los ciudadanos y contribuyentes…

En algunos lugares, esta clase política profesional se jacta que ellos son los únicos que tienen la experiencia para “gestionar los recursos públicos” y que es su gran ventaja frente a otro ciudadano. De esa manera justifican su permanencia en el poder por años y años, pero una vez que ingresan a la carrera de político profesional viven de sus regalías, dejan de crear riqueza y es la razón que muchos se refieran a ellos como “parásitos fiscales”; pronto, olvidan las limitaciones de la vida de una persona común y corriente, y se convierten en personajes intocables y arrogantes; pronto, olvidan el valor del trabajo duro como la clave para enriquecerse; pronto, comienzan a tejer las redes y los contactos que les permitan mantenerse en el poder y vender su influencia al mejor postor; pronto, se enriquecen de una manera que no guarda directa relación con su aporte a la sociedad…

TERCERA CAUSA: Concentración del poder político y económico

Al final, la naturaleza humana y la clase política profesional llevan a la concentración del poder político y económico. El argumento central es que la especie humana requiere ser controlada para que el ser humano no se convierta en el lobo del ser humano, y eso obliga a la aparición de una autoridad central que norme y regule la convivencia. En la actualidad, la clase política profesional ha encontrado en la democracia la justificación perfecta para su permanencia en el poder; ahora, esta clase se cree la elegida para gobernar y reinar…antaño, algunos gobernaban por su linaje y “sangre azul”…otros, por su capacidad económica…otros, por su capacidad intelectual o sabiduría…Todos estos se creen especialmente dotados para fijar las reglas de comportamiento en sociedad y, consciente o inconscientemente, asumen que su comportamiento no merece el maltrato de la ciudadanía dado que ellos son lo que son en defensa de la misma ciudadanía que votó en democracia. En otras palabras, la democracia justifica los excesos de esta clase política.

Así, la democracia prostituida por los políticos profesionales lleva a la concentración política que es el primer paso antes de llegar a la concentración económica. Aquellos que poseen riqueza se acercan a los poderosos políticos para requerir regulaciones que cierran mercados y permiten ganancias extraordinarias. El resultado final son mercados oligopólicos, controlados por unos pocos, y que financian la actividad política de los políticos profesionales.

El círculo se ha cerrado: de la concentración política se ha terminado con la concentración económica. La corrupción es el lubricante que permite que dicha relación funcione y genere beneficios para unos pocos.

***

Lo anterior es la razón de que las propuestas del Consejo solo atienden los efectos de la corrupción sin tocar en profundidad las causas de ella.

La única propuesta que se requiere es: UNA PERSONA, UN SOLO PERÍODO EN UN CARGO DE ELECCION POPULAR, teniendo esta medida como base de sustentación racional y lógica que el poder es más eficaz e eficiente cuando está fraccionado o dividido, impidiendo la concentración en una persona o en grupos privilegiados, con las nocivas consecuencias que ello implica al permanecer los elegidos por largos períodos en sus cargos de representación político partidista.

El principio de solución que postulamos es que una persona solo pueda ser electa a un cargo popular en una sola oportunidad, y por una sola vez a un cargo patrocinado por un partido político o en calidad de independiente para un empleo público de Concejal, Alcalde, Diputado, Senador y Presidente de la Nación. Al término de cada período en el cargo no podrá ser reelecto(a) en el mismo puesto y quedará inhabilitado por el mismo número de años para el cual fue electo para optar a un cargo distinto. Así, si una persona de 30 años desea iniciar un carrera política podrá tener la siguiente progresión política: con 30 años será concejal; 38 años, alcalde; 46 años, diputado; 54 años, senador; y con 62 años, presidente. Y luego de ser electo en este último cargo no podrá volver a postular nuevamente a cargo alguno de elección popular.

La amplitud de este ciclo electoral presenta variados beneficios para un desarrollo más ecuánime en la selección y competencia de los postulantes, permitiendo un permanente recambio generacional de la política, adquisición de experiencias y conocimientos en la alta responsabilidad social que conlleva estos cargos sin perder de vista que las políticas públicas impactarán en la vida de los que legislan. 

Por lo tanto, decir “NO A LA REELECCIÓN INDEFINIDA EN UN CARGO” es una condición necesaria y suficiente para modernizar el sistema electoral que no permita enclaves de poder perenne que engendra y difunde una relación perversa entre Política y Dinero. Si ciudadanos comunes y corrientes se involucran crecientemente en la política, volverá la confianza en la democracia.

Necesitamos profundizar la democracia desde sus mismas raíces en sindicatos, escuelas, universidades y partidos políticos de modo que todos se involucren responsablemente. De este modo, los ciudadanos electos en los distintos cargos estarán mejor impulsados para trabajar y legislar en la solución de los problemas reales del diario vivir con la finalidad última de conseguir una patria más justa, unida y con gran fe en el porvenir de nuestras nuevas generaciones.

Todas las otras propuestas resultarán irrelevantes si no se controla el surgimiento de una clase política profesional. Esta es la razón de que resulta deprimente que este Consejo, conformado por personas estudiosas y preparadas, no haya centrado sus conclusiones en los verdaderos problemas y causas de la corrupción.

Panorama LIBERAL
Sábado 2 Mayo 2015

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