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domingo, 10 de julio de 2016

Opinión - ¿CÓMO SE ENRIQUECEN LAS PERSONAS EN LATINOAMERICA?

Ye resulta increible como esta gente se apodera de la riqueza de todos...y no tienen verguenza...¿hasta donde iremos con esta gente?
Algunos de nuestros caros lectores nos han preguntado porque este blog se ha quedado callado tanto tiempo. La respuesta es múltiple. En primer lugar, aburrimiento por la repetición de los mismos temas y los mismos personajes. Reiterar lo mismo una y otra vez ya no causa gracia a nadie: la estupidez y necedad de nuestros políticos, empresarios y dirigentes ya no causa gracia. Es más, da verguenza. Sin embargo, al caminar por las calles sorprende la candidez e ingenuidad de la gente que aún cree que los sinvergüenzas a cargo del Estado y de las empresas harán algo por todos, pese a que se indignan cuando se enteran de las metidas de pata que salen a la luz. La gente parece maniatada emocionalmente y amarrada a instituciones que ya no funcionan. Por años, la oligarquía gobernante, política y económica,  ha vendido falacias como “el servicio público” y “el Estado los sacará de la pobreza”, y en el intertanto “el servicio público” solo ha sacado de la pobreza a la oligarquía gobernante, política y económica. Por eso, sorprende que aún se espere algo de ellos.

En segundo lugar, las instituciones. La oligarquía ha construido una institucionalidad feble y fácil de someter a los caprichos de los que están en poder. Sorprendentemente, un dictador como Pinochet fue el único que creó una institución independiente como el Banco Central. En general, los políticos crean leyes, normas e instituciones que solo favorecen a los que detentan el poder, y limitan a las grandes mayorías que no se dan cuenta del despojo. Crean ministerios, departamentos, oficinas y lugares similares, llenándolos de burócratas y funcionarios que responden a la ideología de turno, llenando papeles y papeles con informes que nadie necesita leer. En otras palabras, crean instituciones inútiles para emplear a sus correligionarios y abusar del poder sin entregar nada a cambio. Así crearon el Ministerio del Deporte para mejorar los resultados deportivos, ¿pueden creer tamaña necedad?.

En tercer lugar, parafraseando a Juan Bautista Alberdi cuando decía que los latinoamericanos “hemos sido ociosos por derecho y holgazanes legalmente. Se nos alentó a consumir sin producir. Nuestro pueblo no carece de alimentos sino de educación y por eso tenemos pauperismo mental. En realidad, nuestro pueblo se muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos y de ignorancia en el arte de hacer bien las cosas. Sobre todo se muere de pereza, es decir de abundancia. Quieren pan sin trabajo, viven del maná del Estado y eso los mantiene desnudos, ignorantes y esclavos de su propia condición. El origen de la riqueza son el trabajo y el capital, ¿qué duda cabe de que la ociosidad es el manantial de la miseria?. La ociosidad es el gran enemigo del pueblo en Latinoamérica”.

En otras palabras, el pueblo llano está convencido de que son pobres porque otros decidieron empobrecerlos. Y están en lo cierto, pero lo más sorprendente es que no culpan a los políticos y sus regulaciones empobrecedoras, sino que culpan a los empresarios que, de alguna manera, también son víctimas de las normas creadas por los gobiernos populistas y socialistas. En el afán de apropiarse de la riqueza ajena, los gobiernos crean regulaciones que limitan el libre mercado e impiden el normal desenvolvimiento de las actividades económicas. Así surgen los oligopolios y la riqueza se concentra en pocos grupos empresariales que son los que terminan financiando a los mismos políticos en su acceso al poder. Un círculo vicioso creador de pobreza y de falta de oportunidades.

Finalmente, este caldillo indeseable consigue transformar nuestro mundo en un lugar sin oportunidades para los más talentosos o los más esforzados, que son los únicos capaces de generar riqueza por medio de mejorar el bienestar de todos. En cambio, Latinoamérica está repleta de personas que se enriquecen en virtud de la falta de mercados y del exceso de regulaciones. En otras palabras, los más capaces deben conformarse con patear piedras mientras los menos capaces se enriquecen a manos llenas. Piensen, por ejemplo, en la esposa del socialista Andrade que, por trabajar 20 años, en Gendarmería obtiene una pensión vitalicia de más de $5.000.000. Si pensamos que una persona promedio que cotiza por 30 años recibe $500.000 de pensión vitalicia, ¿qué aporte al bienestar de todos puede haber hecho esta persona como para recibir semejante transferencia de riqueza que debe ser financiada por todos?.

POR EJEMPLO, ¿CÓMO SE ENRIQUECEN LOS LATINOAMERICANOS?

Conviene preguntarse, entonces: ¿Cómo se enriquecen los latinoamericanos en estos días?. En primer término, se enriquecen si están cerca del poder, como políticos o funcionarios, dada la riqueza que circula a su alrededor y la falta de controles rigurosos. Así, se permiten pensiones millonarias o cobrar sobreprecios en obras públicas o recibir sobres con ingresos adicionales en efectivo…Todo un arsenal de recursos para apropiarse del dinero de los contribuyentes.

En segundo término, en Latinoamérica, las personas se enriquecen si trabajan en empresas estatales poseedoras de los commodities de los respectivos países. En Venezuela y Brasil se enriquecen si trabajan en empresas de petróleo y en Chile si trabajan en el cobre. Estas empresas estatales son las principales generadoras de flujo para sus economías y los que ingresan a ella se aseguran su parte generosa del pastel.

En tercer término, las personas se enriquecen si tienen los apellidos y los contactos necesarios para acceder a los pocos puestos bien pagados de las distintas economías poco competitivas. Como hemos dicho, en Latinoamérica no hay mercados libres y las empresas oligopólicas ofrecen pocas oportunidades de mejora excepto para aquellos que pertenecen a la élite…¿Qué hace el resto de las personas?. Comienzan a correr la carrera de la rata, asistiendo a empleos de tiempo completo pagados como si fueran de medio tiempo. La falta de competencia en los mercados ha generado mercados laborales de bajos salarios porque solo se venden los productos de bajo precio. Así, la riqueza no fluye en las economías.

En resumen, el mérito y el logro de resultados no está correlacionado directamente con el ingreso personal y podríamos representarlo con el siguiente modelo:

Ingreso = f (acceso al poder, empresa estatal, oligopolio)
                            (+)                        (+)                   (+)

Es decir, el nivel de ingreso que recibe una persona en Latinoamérica está correlacionado directamente con su nivel de acceso al poder (mientras más alto es dicho nivel, más ingreso recibe); si trabaja en una empresa estatal u oligopólica tiene más altos ingresos.

Lo anterior tiene una consecuencia. Algunos estudiantes salen a marchar por “educación de calidad, gratuita y estatal” pero lo único que están procreando es un sistema más centralizado y que generará una educación de peor calidad, muy cara y con una sola visión del mundo. Sin embargo, si se lograra la meta de los estudiantes, dada la institucionalidad actual, no tenemos sociedades libres, abiertas y que generen oportunidades crecientes para personas más preparadas y educadas.

No basta con tener personas educadas; necesitamos sociedades libres y abiertas en las cuáles se premie la capacidad de las personas de mejorar el bienestar de todos por medio de bienes y servicios de valor. No permitamos que las élites política y económica se apropien de nuestros destinos y de nuestra riqueza vendiéndonos letanías e ilusiones empobrecedoras.

Panorama LIBERAL

Domingo 10 Julio 2016

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